El 20 de julio de 1969, se develó el mayor secreto del mundo infantil: la luna no es de queso.
Observé en tv el primer hombre que puso un pié en la luna.
En ese momento, me pareció que los viajes a la luna serían como un viaje el colectivo, en mi imaginación, pronto el cielo estaría cubierto de naves espaciales que nos llevarían a dar un paseo a la luna.
Nunca pude imaginar que pasarían 40 años para que volviera a pasar ese acontecimiento.
La NASA realizó un despegue, el día de hoy, desde Florida, a las 18 hs aproximadamente, hora Argentina, un cohete con muchos interesantes adelantos tecnológicos. ¿Se imaginan? Todos los increíbles cambios que hubo desde entonces, con instrumentos considerados por la NASA como los más adelantados del planeta.
Se analizará la luna con el objetivo de encontrar recursos, o planearlos para instalar personas, algo así como una estación tripulada.
La idea es buscar agua, recurso primordial.
Frente a este tipo de acontecimiento, se me ocurre pensar a veces qué insignificantes somos, con nuestras mezquindades y pequeñas vidas.
Las elecciones, por ejemplo, hasta me parecen desproporcionadas frente al logro de llegar a la luna.
Estoy emocionado, qué sé yo, para las elecciones faltan días, pero lo que se logre en esta misión puede cambiar el destino del planeta.
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